“Para mí monseñor Romero es una inspiración y en Battambang -Camboya-, en mi sede, nuestro centro pastoral se llama ‘Monseñor Romero’… elegimos este nombre porque pensamos que estaba muy unido a Dios, porque estaba unido a los pobres y a sus problemas y esto es una inspiración para nosotros, desde la sencillez”.
Además, monseñor Kike Figaredo explica sobre el próximo beato Romero que “al llegar a los altares va seguir dando voz a los que no tienen voz, sus palabras, su inspiración, su manera, hace que los pobres estén en el centroy esto nos ayuda muchísimo”.
"Monseñor Romero nos ayuda, Monseñor Romero nos da fuerza"
“Y por ejemplo en mi caso, que estamos en Asia, es traer la figura, es decir, que América y Asia se unan. Se unan desde la fe, se unan desde el amor a los pobres, la lucha por una justicia para la gente más sencilla, para los más pequeños y monseñor Romero nos ayuda, monseñor Romero nos da fuerza”.
Asimismo, monseñor Figaredo -quien es conocido como ‘el obispo de las sillas de ruedas’ por el trabajo que realiza con los mutilados en Camboya- destaca la importancia de la participación del padre de la Teología de la Liberación en la reciente Asamblea general de Caritas Internationalis.
Por último, el obispo español jesuita explica el trabajo que impulsa el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) junto la labor de la Iglesia –a través de las Caritas- en Asia y en todo el mundo.