Monseñor Álvarez: el demonio sabe, si calla al pastor, calla al pueblo"



Monseñor Rolando Álvarez reafirmó la misión que tienen como pastores de la iglesia católica en Nicaragua en momentos difíciles que vive el país, ante el estado policial, persecución, encarcelamientos, exilio y ahora ataques a sacerdotes y obispos. Álvarez aseguró que la misión de los pastores es "más difícil porque hay ataques, hay ofensas, hay calumnias" que quieren "herir" la dignidad del pastor y su corazón.

"El demonio que es inteligente y usa por supuesto su inteligencia para el mal, sabe que si hieren el corazón del pastor lo debilitan y debilitado el pastor se debilita el pueblo, se herirá al pastor y se dispersan las ovejas, son ataques demoníacos que buscan, escúchenlo bien, herir al pastor pero van sobre todo dirigidos a herir el corazón del pastor porque si hieren el corazón del pastor, el pastor se debilita y si se debilita el pastor, se debilita al pueblo" manifestó el obispo en medio de los ataques de los últimos días emprendidos por la pareja presidencial Daniel Ortega y Rosario Murillo.

"Son ataques demoníacos que quieren callar al pastor" insistió Álvarez durante su homilía en la parroquia San Juan María Vianney, Matagalpa, al celebrar la fiesta patronal.

"Porque en momentos tan difíciles en la historia hay que decir la verdad, hay que decirlo, el pueblo solo se queda con una voz, solo con una, y es la voz del pastor porque el pastor le habla al pueblo pero también habla en nombre del pueblo y a eso le tiene miedo el demonio, porque cuando el pueblo aún habiéndose quedado sin ninguna otra voz mas que la voz del pastor, ese pueblo tiene un corazón, un espíritu, una mente una fuerza interior unida y como el demonio es división quiere destruir esa unidad" argumentó Álvarez.

Ataques de Ortega y Murillo 

Desde el pasado viernes, Ortega ha arreciado su discurso contra los religiosos en Nicaragua, y se le sumó Rosario Murillo, quien acusó a un "disque sacerdote" de Masaya ordena "lanzar el cuerpo de un policía a un escusado" durante las protestas del 2018, sin ofrecer pruebas.

Mientras Ortega tildó de "fariseos" a los religiosos y les restó autoridad ante los fieles en Nicaragua.

"Ni Dios, ni Cristo necesitan a esos fariseos, intermediarios, por eso es Dios, Cristo, nunca dijeron que necesitaran intermediarios. El que ama busca a Dios no necesita de fariseos, ni de celulares, si no que le habla con el corazón y Cristo lo escucha".

Ante estos ataques para sembrar división, el obispo de Matagalpa reafirmó que hoy mas que nunca el pueblo de Nicaragua está unido, aunque parezca que no hay soluciones en este momento difícil de la historia en el país.

"Quiero terminar diciendo a veces hay momentos en la historia en que pareciera que todo se nos viene encima que ya no hay salida, ya no hay solución, que se han cerrado todas las puertas, es cierto a veces así pareciera, pero mientras nos quede esa unidad en la fuerza interior, las esperanzas están vivas" alentó el obispo.



(100noticias.com.ni)