(Managua, Nicaragua) - "La agente de comunicación arquidiocesana de la parroquia de Santa María de las Victorias, Angélica Baltodano Osorio, se encuentra desaparecida junto a su esposo (Jimmy Doña), luego de ser de ser secuestrados en los ataques en El Crucero", informó ayer la Arquidiócesis de Managua, en un comunicado.
Horas antes de la denuncia el cardenal Leopoldo Brenes y el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Mons. Silvio José Báez, mostraron su rechazo a los ataques de El Crucero y otras dos ciudades ubicadas en la franja Pacífico de Nicaragua, donde las fuerzas gubernamentales amenazaron a la comunidad católica, según la autoridad eclesiástica.
"Las amenazas no detendrán la labor profética de los obispos y sacerdotes de nuestra Arquidiócesis. Seguimos orando y pidiendo que cese todo acto de violencia en nuestro país y pidiendo por la paz en Nicaragua", se lee en uno de los últimos tweets de la Arquidiócesis.
Actualmente, los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) actúan como mediadores y testigos de un diálogo nacional entre el Gobierno y Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que aglutina al sector privado, sociedad civil, estudiantes y campesinos, con el objetivo de superar la crisis.
Este diálogo, iniciado a mediados de mayo pasado, se encuentra actualmente a la espera de que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, "reflexione" sobre si aceptar la "democratización" en el país, lo que le mantiene ocupado desde hace cinco días, sin que hasta ahora haya emitido una respuesta.
Actualmente hay ciudades, como la de León, que realizan huelgas indefinidas en todos los servicios y actividades. Parece una contradicción el hecho de que todas las calles de León estén bloqueadas con ladrillos por los mismos residentes para evitar que pueda entrar la policía y las "turbas" enviadas desde Managua, grupos violentos que no sólo han saqueado los negocios y tiendas sino que han provocado heridos y hasta muertos en otros lugares donde se han presentado.
Es muy significativo que León y Masaya estén completamente paralizadas y manifiestan contra el gobierno de Ortega. Antes del 18 de abril pasado, estas dos ciudades eran los principales bastiones del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
(CE/Agencias)