El arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, pidió hoy perdón, con motivo del Día Internacional de la Mujer, por las "ofensas y pecados" cometidos contra las mujeres, como la violencia intrafamiliar, sexual y cultural, y llamó a un cambio de mentalidad y trato hacia ellas.
Asunción, 8 de marzo, 2017 - El arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, pidió hoy perdón, con motivo del Día Internacional de la Mujer, por las "ofensas y pecados" cometidos contra las mujeres, como la violencia intrafamiliar, sexual y cultural, y llamó a un cambio de mentalidad y trato hacia ellas.
"Les pedimos perdón por las ofensas y pecados cometidos, por la violencia intrafamiliar y por los diversos episodios de violencia sexual y cultural", dijo Valenzuela en una carta publicada en la página web del arzobispado.
"Creemos que nuestro Padre Dios derrama lágrimas al ver a sus hijas abusadas y maltratadas. Esas lágrimas son para nosotros varones un llamado muy fuerte a un cambio de mentalidad y de trato. No más mujeres que sufran atropellos a su dignidad, no más explotación y comercio sexual, no más violencia hacia alguna mujer", añadió.
El arzobispo de Asunción señaló que desde la Iglesia paraguaya comparten "las angustias y tristezas por las situaciones de sufrimiento, marginación, explotación que experimentan muchas mujeres de nuestra sociedad y de nuestra Iglesia".
En ese sentido, Valenzuela destacó las "virtudes" promovidas por el mundo femenino, "como son la vida, el amor, el sacrificio generoso, la libertad y la justicia, la fe y la esperanza, mediante la educación y las experiencias de las relaciones humanas".
El arzobispo asunceno tuvo una mención especial para las madres, quienes "engendran la vida y mantiene unidas a las generaciones", por lo que son "preciosas y reconocidas por el cariño entrañable de los hijos e hijas en cada hogar".
También mencionó a las mujeres solteras, quienes a su juicio "han hecho un don de sí en el cuidado de sus padres ancianos o enfermos, son ejemplos de caridad".
Por último, Valenzuela también se refirió a las monjas, quienes han optado por la vida religiosa para "vivir al servicio de todos".
Para todas, el arzobispo expresó su "admiración y alabanza" debido a que "derriban muros de la indiferencia para construir puentes de encuentro y cercanía en los niveles de la vida social, cultural y religiosa".
(Agencia EFE)