Nicaragua, Monseñor Báez: “Este proceso electoral es hijo de un sistema viciado”

“En conciencia, yo no podía prestarme a ir a ser parte de un juego que considero que no respeta la voluntad de los nicaragüenses y que no le trae ningún bien a Nicaragua”, dijo enfático el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, quien ayer no votó en el proceso electoral del país.



“Para mí el problema no es el proceso electoral. Este proceso electoral es hijo de un sistema viciado de raíz, inconstitucional, autoritario y antidemocrático”, sostuvo.

“Mi palabra profética, mi cercanía con los pobres, mi vida de austeridad para que este país salga adelante en justicia social y respeto a los derechos humanos es lo que me ha hecho hoy abstenerme de echar una boleta en una caja, pero no he dejado de votar por el futuro de Nicaragua”, aseguró tras su homilía de este domingo en la iglesia El Carmen.



No obstante Báez aclaró que no votó en las elecciones de ayer “no por abstencionismo sino por responsabilidad y amor a Nicaragua” y explicó que guardó su decisión de no votar hasta ayer a fin de no influir desde su posición de obispo en las decisiones de los demás ciudadanos.

“Yo no he hecho campaña por la abstención y creo que con el hecho de no ir a votar hoy (ayer), tampoco he hecho abstencionismo. El no ir a votar hoy es un compromiso muy grande. Yo me comprometo hoy con Nicaragua a construir un país mejor desde mi ser de ciudadano y obispo”, enfatizó.

Nada legitima este proceso electoral


Báez considera que un proceso electoral no se mide por la participación el día de las elecciones. “Esta historia no comenzó en junio cuando empezaron las decisiones autoritarias, ilegales, arbitrarias y políticas que este Gobierno tomó. Este proceso se desvirtuó desde que se empezó a violar la Constitución Política en el 2010, 2011. Y los nicaragüenses hemos ido dejando pasar atropello tras atropello a la Carta Magna del país”, lamentó el religioso.



“No perdamos la memoria. Los votos de un proceso electoral, e incluso la transparencia que se podría hoy aducir, no legitima un proceso electoral que es hijo de un sistema viciado de raíz”, sostuvo.



Tampoco la participación del cardenal Leopoldo Brenes, quien depositó su voto esta mañana en Altagracia, legitima estas elecciones, afirmó Báez. “Estoy seguro de que el cardenal Brenes tuvo la misma decisión que yo de buscar el bien de Nicaragua, pero en conciencia cada quien decide libremente lo que mejor crea”, opinó.

Báez indicó que “votar o no votar no es una decisión episcopal. Es decisión ciudadana. Somos obispos, pero somos ciudadanos y cada quien tiene su conciencia y en esto también entre los obispos nos respetamos y hay quien toma una decisión y quien toma otra”.



El obispo auxiliar de Managua señaló que independientemente de los votos y la abstención el pueblo debe tener memoria histórica y saber quién es responsable de lo que pasa el país. “El responsable es la cúpula de poder económico que se está enriqueciendo a costa de la manipulación de los pobres, de la manipulación de la religión y del adormecimiento de la sociedad”.



En la misma sintonía de monseñor Báez, el obispo de la Diócesis de Estelí, Juan Abelardo Mata, informó que no votó en las elecciones de este 6 de noviembre por considerarlas ilegales. “No voy a acudir a las urnas porque creo que aquí es avalar situaciones injustas, un proceso que es ilegal a toda vista y que no va a llevar al desarrollo de la nación”, expresó el obispo después de oficiar la misa en la Catedral.



Dijo que en la homilía hizo un llamado a los feligreses a orar por la patria y “ver que esta no es una finca, una hacienda de quien está mandando para que mande a su gusto y antojo. Que se respeten las leyes, que haya conciencia de nación, la honestidad de los gobernantes y la responsabilidad de los ciudadanos que no por unas tejas de zinc unas vaquitas, un chanchito o unas prebendas entreguemos el futuro de esta nación a gente que no está preparada para gobernar o que están desviados en su gobierno”.



Por su parte, monseñor Carlos Enrique Herrera, obispo de Jinotega dijo que “está a la vista de todos que este no ha sido un proceso electoral transparente como los anteriores y ahora peor, este ha sido un poco el colmo, y pues hemos visto que la afluencia de ir a votar ha sido muy poca, pasará lo que ya la gente pensaba, una continuidad del gobierno anterior, la gente lo ha tomado así y también nosotros, no le quisimos dar publicidad, a lo que ya estaba programado desde antes de las elecciones”.

Obispos Brenes y Vivas sí votaron


Quien sí votó fue el obispo de León, monseñor César Bosco Vivas Robelo, y lo hizo desde muy temprano. “Lo hago siempre porque creo que es mi responsabilidad, por lo menos aporta uno algo a lo que uno cree es el bienestar del país”, dijo Vivas.



“Aunque nos parezca que es una gota de agua en un mar, sin embargo como decía la santa madre Teresa de Calcuta, si la gota le falta al mar, algo le falta, por lo tanto esa gota que nos toca a nosotros poner para el bien común hay que ponerla”, expresó Vivas.



El cardenal Leopoldo Brenes, quien ejerció su derecho al voto en la Junta Receptora de Votos 166-06, ubicada en el Colegio Divino Pastor, en Managua, expresó que decidió votar después de varios días de reflexión.



“Dentro de mis reflexiones estaba cómo podemos cambiar a las autoridades y prácticamente solo podemos a través de las elecciones. Pienso que las elecciones y el diálogo son importantes, pero diálogo, dice el santo padre, no es imponer ideas sino proponer mi pensamiento y escuchar”, declaró Brenes.

Pueblo desanimado


Los obispos de Granada y Matagalpa, monseñor Jorge Solórzano Pérez y Rolando Álvarez, respectivamente, no dijeron si ejercieron el sufragio al momento en que LA PRENSA les consultó.



Monseñor Solórzano destacó el abstencionismo del pueblo en estas votaciones producto de la falta de credibilidad en el Consejo Supremo Electoral y al momento de la entrevista dijo que aún esperaba que el Señor lo iluminara para decidir si votaba o no.



Monseñor Solórzano manifestó que vio a un pueblo desanimado, desconfiado y muy apático porque no hay a quién elegir y agregó que le hubiera gustado que se escuchara la voz de la Conferencia Episcopal y al pueblo, para que ocurrieran unas elecciones más participativas, más observadas, con un nuevo Consejo Electoral, para que el pueblo tuviera confianza de que no se va a perder su voto.



“Pero si ya el pueblo está descontento y se abstiene masivamente es una señal que nos puede marcar, que hay un malestar”, dijo al preguntarle sobre su percepción en estas elecciones.



Por su parte monseñor Álvarez dijo: “Yo lo que veo es un día común y corriente, aquí yo veo que toda la gente anda haciendo su vida normal, como cualquier otro día”.



Consultado sobre la decisión del arzobispo de Managua, cardenal Leopoldo José Brenes Solórzano, de ir a votar, Álvarez respondió que “todos los obispos somos autónomos, cada obispo es independiente en su Diócesis de tomar decisiones pastorales y, por supuesto, como ciudadano cada quien decide si ir o no ir a votar”.


Amalia del Cid /www.laprensa.com.ni