P. Vito del Prete, secretario general de la Pontificia Unión Misional (Roma)
La
68ª edición de la Semana Española de Misionología de Burgos bajo el título
"Sentido y retos de la misión hoy, 50 años después del Decreto Ad Gentes"
se está celebrando estos días, en la Facultad de Teología de Burgos. Hoy se ha
contado con la presencia del secretario general de la Pontificia Unión Misional
(Roma), el P. Vito del Prete. También ha participado el arzobispo de Burgos D.
Francisco Gill Hellín quien enmarcó el decreto Ad Gentes en el Concilio
Vaticano II.
07/07/2015
Se
incorporaron más miembros de la Comisión Episcopal de Misiones, D. Camilo,
obispo de Astorga, D. Ramón, obispo de Jaén, el P. Vito del Prete, gran
conocedor de la teología de la misión y profesor de la Facultad de Teología de
Nápoles. El padre Vito del Prete además es secretario general de la Pontificia
Unión Misional (PUM) tuvo esta mañana una intervención en la 68 Semana de
Misionología de Burgos, en la que explicó la provisionalidad que las misiones
deben tener, en función de la fundación de las iglesias locales.
Durante
su intervención, titulada "De los territorios de misión a la Iglesia local", Del
Prete afirmó que "la Iglesia es, sobre todo, Iglesia local" y recordó que
durante el Concilio comenzó a producirse el giro en la concepción misionera que
dejaba de hablar de "Iglesia para los demás", para comenzar a hablar de "iglesia
con los demás". Desde este punto de vista, el secretario de la PUM se refirió al
problema de la "inculturación" y afirmó que "la Iglesia, fiel a la misión
recibida de Cristo, debe fecundar las culturas con la semilla del Evangelio y
ayudar a humanizar al hombre y a la sociedad". Además, Del Prete no dudó en
advertir sobre algunas desviaciones de la acción misionera, cuando pretende
trasladar a "las llamadas iglesias jóvenes", "el modelo occidental". Por
ejemplo, y respecto a la formación de los sacerdotes de esas iglesias se
preguntó "¿Qué saben estos sacerdotes formados a la europea de la sabiduría de
sus países de origen?", y subrayó que el único sacerdocio de Cristo no requiere
que "se lleve a cabo del mismo modo". Lo mismo vale para la vida consagrada. En
este sentido, el secretario de la PUM señaló que muchas de estas iglesias en los
territorios de misión "no son jóvenes, sino que nacen viejas, porque se
caracterizan por toda la estructura y los problemas de las viejas
iglesias".
Más
de 700 páginas conforman el volumen sobre el proceso conciliar de redacción del
decreto Ad Gentes hasta el 7 de diciembre de 1965 en el que fue aprobado. Mons
Gil Hellín pronunció una conferencia en la que trató de mostrar las tensiones
entre los diferentes expertos hasta alcanzar el consenso de más del 95% de
ellos. Demostró que detrás del Decreto había todo un modelo de Iglesia en
tensión. El Decreto Ad Gentes no pudo aprobarse hasta el final porque hasta las
últimas sesiones no se aprobó una de las grandes constituciones del Vat II,
aquella que define a la Iglesia como pueblo de Dios, como misión de la Trinidad.
Se trata de la Lumen Gentium.
Los
más de 100 asistentes al aula magna de la Facultad de teología pudieron
disfrutar de este excelente trabajo, muy útil para posteriores trabajos de
investigación. En el diálogo intervino el Card. Filoni quien interpelaba al
ponente y continuaba su diálogo en el coffee-break posterior. La mesa redonda
Misión ad gentes y Vida consagrada que se celebró después, contó con
la presencia de la abadesa de Tulebras y de la religiosa laurita, recién
venida de Egipto. Para finalizar la jornada de hoy hubo un acto teresiano en la
Iglesia de S. Gil, delante de la Virgen de la Mañana, imagen del Gil de Siloé
del s. XV, a la que se dirigió tantas veces santa Teresa en su estancia en
Burgos para preparar su última fundación.
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