Sigue oficialmente desaparecido Antonio López García-Nieto, el misionero 
español, Hermano del Sagrado Corazón, que vivía en Vanuatu, el pequeño país que 
ha sufrido el impacto devastador del huracán Pam. Tres días después de que este 
estado archipiélago sufriera la catástrofe, todavía hay muchas comunidades 
remotas aisladas y sin comunicación, según informaba Care International, desde 
la capital del país Port Vila. Esta organización estima que el 85 por ciento de 
todas las casas de la capital ha quedado destruido. Collett van Rooyen de Oxfam 
declaraba que “hay más de 80 islas que componen Vanuatu y, en un buen día de 
sol, fuera de la temporada de ciclones, es difícil llegar a muchas de 
ellas”.
La 
mayoría de la población permanece en centros de evacuación, muchos de los 
cuales, según informaba Caritas de Nueva Zelanda, son las mismas iglesias y 
parroquias. La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU 
cifraba ayer en 24 los fallecidos. Vanuatu tiene una población de 267.000 
habitantes, de los que cerca de 47.000 viven en la capital.
El 
mismo sábado, 14 de marzo, el hermano Selui Eliko, superior provincial de los 
Hermanos del Sagrado Corazón, comunicó que los compañeros de Antonio López en 
Port-Vila se encontraban bien: “Esta mañana he recibido una llamada de los 
Hermanos Gabriel Niutupea y Vincent Bae, de la comunidad de Montmartre, quienes 
me han informado de los destrozos causados por PAM. Los Hermanos han perdido 
todo y se han refugiado en el ‘Foyer Juliard’. El Hermano René Gallant fue 
herido y he pedido que se desplace a Nueva Caledonia lo antes posible para 
recibir los cuidados necesarios, pero por el momento el aeropuerto está todavía 
inundado. Todos los tejados de los edificios de los Hermanos fueron arrasados, 
lo mismo que buena parte de los edificios de las escuelas e internados, así como 
la capilla. Voy a ver si en la próxima semana puedo viajar a 
Vanuatu”.
En 
la misma comunicación, reconocía que, “por el momento no tenemos ninguna noticia 
de Tanna, pero supongo que la situación es parecida. Les encomiendo en sus 
oraciones a los Hermanos de Vanuatu, lo mismo que a los alumnos, quienes corren 
el riesgo de quedar sin escuela por largo tiempo”.
Antonio 
es natural de Badajoz y trabajaba en Vanuatu desde 2001 en sanidad y educación 
en una comunidad con otros tres misioneros, dos nativos y un canadiense. Sus 
hermanos de congregación en España reconocían que había sobrevivido a otros 
desastres naturales, incluyendo un terremoto en las Islas Salomón en febrero de 
2013.
El 
Papa Francisco recordó la tragedia en el ángelus de este domingo: “Me siento 
cerca de la población de Vanuatu, en el Océano Pacífico, golpeada por un fuerte 
ciclón. Rezo por los difuntos, por los heridos y los sin techo. Agradezco a 
cuantos se han puesto manos a la obra para socorrerles y ayudarles”.
(Noticia enviada por OMPress)
