El Papa emérito Benedicto XVI reapareció hoy de manera sorpresiva en la Basílica de San Pedro para asistir a la ceremonia de investidura de 19 nuevos cardenales, presidida por el Papa Francisco.
Poco antes del inicio del Consistorio Ordinario público, pasadas las 10:45 horas locales (09:45 GMT) , Joseph Ratzinger ingresó hasta la zona central de la basílica y se sentó en primera fila, a un costado de un grupo de cardenales.
Su silla era normal y no tenía ninguna indicación especial. Estaba vestido con su sotana blanca y encima tenía un sobretodo color marfil.
Es la primera vez que Benedicto XVI reaparece en público tras el fin de su pontificado el 28 de febrero de 2013, tras el sorpresivo anuncio de su renuncia 17 días antes.
Tras el ingreso de Ratzinger, unos minutos después, ingresó una larga procesión que presidió la entrada de Francisco, para la celebración del Consistorio. Antes de subir al altar el Papa se desvió y fue al encuentro de su predecesor.
Entonces Benedicto se sacó el solideo que tenía en la cabeza, en señal de reverencia, y después se dieron un abrazo.
"Con ánimo conmovido y trepidante, le dirijo un devoto saludo. Con igual afecto y veneración, saludamos al Papa emérito, su santidad Benedicto XVI, gozosos por su presencia en medio de nosotros" , dijo Pietro Parolin, en un mensaje inicial.
Tras las palabras del "número dos" del Vaticano, el secretario de Estado, todos los presentes dedicaron un largo aplauso al pontífice emérito.